El quiromago Francisco Rodríguez es de origen mexicano, pero lleva más de 30 años en España dedicándose a la lectura de manos. Licenciado en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México, Doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona y autor de los libros más vendidos de Quiromancia en todo el mundo, Francisco Rodríguez es considerado uno de los mejores lectores de manos de Europa y América.
Fancisco dice que “hay muchos farsantes que no tienen ni idea de leer las manos”, y recuerda que usa la quiromancia “como terapia, y no como arte adivinato- rio ni para comprar oídos”. Los problemas económicos, afectivos y de salud son los tres grandes temas para sus pacientes, y opina con gesto serio que “el 90% de la gente no es feliz, no se dedica a lo que debería”. Y es que a la crisis se suman profesiones no aceptadas so- cialmente (antropología, pintura,etc.), decisiones mal tomadas o potenciales sin descubrir, entre otras cosas.
Los lunares, signo de buena suerte:
“No solemos hacerle caso a nuestro mapa dérmico y mucha gente vive desconectada de sí misma. Surge el eterno dilema sobre la dualidad entre cuerpo y alma” avisa tras señalar que “tenemos tres o cuatro opciones vitales acertadas, pero depende de cómo elijamos”. Así, “el futuro se hace”, pero la felicidad varía dependiendo de cómo adaptemos nuestras cualidades a nuestra exis- tencia. Por ejemplo, los arquitectos y músicos tienen unas capacidades similares “Tienes un lunar en la palma, en Neptuno. Es signo de buena suerte”,
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Por qué esa necesidad de que el adivino haga el trabajo por ti, por qué esa búsqueda insaciable por encontrar al vidente que te solucione tu vida y con su interpretación llegue el fin a tus problemas y tu vida cambie por arte de birlibirloque en cuestión de horas. Si no vas al dentista la muela la perderás, cuestión de tiempo pero la perderás, las pastillas sólo engañan, ocultan el dolor pero la podredumbre ira día a día matando a la parte sana.
La lectura adivinatoria no sirve para nada, no te permite crecer y te impide desarrollar tus cualidades, mismas que sólo podrás desarrollar a través de tu trabajo personal. El talento es la cualidad, es un don con el cuál has nacido, sólo el trabajo te hará convertirlo en algo tangible, útil y real, es la única forma de lograr que esa cualidad se convierta en algo concreto, ningún adivino terminará por ti lo que tu hayas planeado. El futuro no existe, somos en este momento lo que hayamos trabajado en el pasado, el futuro como algo escrito e inamovible es la esperanza de los vencidos y la enfermedad del inepto, mientras tengas a quien culpar en tu vida, esta transcurrirá entre el reproche y la no acción.
Francisco Rodríguez